Colectivo de trabajadores del Ministerio de Economía y Planificación recuerdan sucesos del 4 de marzo, hace 62 años y de la consigna Patria o Muerte

“Hay instantes que son muy importantes en la vida de los pueblos, hay minutos que son extraordinarios, y un minuto como ese es este minuto trágico y amargo que estamos viviendo el día de hoy”

Con estas palabras hace cerca de 62 años, iniciaban en el Cementerio de Colon, la intervención pronunciadas por nuestro comandante Fidel Castro Ruz el día siguiente a los desgarradores hechos de la explosión del vapor “La Coubre”. Cerca de un centenar de compatriotas habían perdido la vida solo un día antes, en uno de los crímenes más pérfidos cometidos por el imperio contra esta pequeña isla.

Con la explosión del vapor “La Coubre” se constató en los inicios de nuestro proceso, lo que ya nuestro pueblo sospechaba para entonces: la revolución cubana tendría en los Estados Unidos al más mortal de sus enemigos, y la guerra que contra nosotros se libraría iba a ser de las más sucias, más ruines y más mezquinas que se hubiese desatado nunca contra cualquier país del mundo.

La Coubre fue sin lugar a dudas uno de esos momentos trágicos y amargos que marcan el alma de los pueblos. Uno, que como tantos otros, nos impuso pagar el imperio, por la rebeldía de ser un pueblo libre e independiente, y tener la osadía de querer construir un camino propio en los predios de lo que Estados Unidos consideraba su traspatio.

Sin embargo, como en cada uno de los momentos más oscuros que hemos vivido, resplandeció con más luz la esencia de esta revolución insurrecta. No fue el miedo, lo que lleno las calles de la Habana aquellos días, sino el valor de un pueblo que se sabía dispuesto a morir antes de volver a ser un pueblo esclavo.

La consigna “Patria o Muerte” no surgió solo así de la mente prodigiosa de nuestro líder, sino que fue el clamor de un pueblo condensado en una idea. Y esa consigna insurrecta, se convirtió en el estandarte de nuestra resistencia, y en el recordatorio más sencillo, de que aun en el peor de los momentos, en las más difíciles de las situaciones, este pueblo está dispuesto a darlo todo, hasta la vida si fuese necesario, por esa patria libre que tanta sangre nos consto lograr.

Y por eso hoy, 62 años después, en los tiempos oscuros que nos acechan, nuestra divisa sigue y seguirá siendo la misma de aquellos días:

¡Patria o Muerte!  Venceremos.