Homenaje a la vigencia del pensamiento de nuestro Comandante en el VI aniversario de su desaparición física.

Friday, November 25, 2022 - 13:37
Fidel Castro

En la mañana de hoy se realizó en el Teatro del Organismo un mitin homenaje a la desaparición física de nuestro Comandante Fidel Castro, en el que se evidenció la vigencia del pensamiento económico de Fidel Castro. Las palabras iniciales estuvieron a cargo del Presidente de la sección de base de la Anec.

"El destino ha querido, entre sus muchos azares, que el día del economista en Cuba se conmemore en fecha tan cercana al paso a la inmortalidad de nuestro Comandante en Jefe. Y es que tal vez este quiso dejar reflejo de un hecho innegable: Fidel fue un economista, radical, en la dimensión más plena y profunda de la palabra. Y claro, no lo fue si por “economista” se entiende simplemente la acepción tecnocrática de un graduado universitario con determinados títulos y competencias.

Mas Fidel fue, sin embargo, economista en la dimensión que realmente importa, en la que es congruente con la máxima marxista de que lo importante no es solo interpretar el mundo, de lo que se trata, es de cambiarlo. Fidel puso a la economía de la nación al servicio de los humildes, del pueblo llano que bajo la pseudo república sufrió las penurias de una patria sin independencia, de una cubana convertida, como sentenciara Villena, en una factoría yanki.

Porque Patria, como nos enseñó Fidel, “no solo quiere decir un lugar donde uno pueda gritar, hablar y caminar sin que lo maten, patria es un lugar donde se puede vivir, patria es un lugar donde se puede trabajar y ganar el sustento honradamente (…)” Fidel dio así verdadero contenido y sentido a nuestra ciencia, sacó de las torres de marfil a las teorías y teóricos más abstractos y les dio su justo valor en lo que realmente importa: contribuir a mejorar la vida de la gente. En dicho proceso, creo la impronta de lo que debía ser un economista revolucionario, un economista de nuestro tiempo y nuestra causa.

Un profesional de alto nivel técnico, científico y académico, pero alejado de todo subterfugios burocráticos o entelequias academicistas. El economista de la revolución, el que nos enseñó Fidel, debe ser un hombre que eche su suerte con el bienestar de nuestro pueblo y sea capaz mediante su conocimiento y formación constante de aportar a esta obra colectiva.

Fidel fue Si, un economista en la acepción más plena y profunda de su término, la que implica utilizar todo el conocimiento humano y toda la sabiduría por siglos acumulada para poner la producción social al servicio de la gente, de la prosperidad colectiva, de un proyecto común de sociedad que garantizara la mayor justicia social que en cada momento pudiera ser sustentada con nuestros propios esfuerzos. Para ello, como en muchos otros campos, apeló a una máxima que ha definido lo que somos hoy: “nuestra revolución tiene que ser una revolución de hombres de ciencia” Y tiene que serlo porque en una isla pequeña, desprovista de recursos naturales abundantes y en diferendo permanente con la mayor potencia imperialista de nuestro tiempo, solo nuestra astucia, conocimiento y formación podrá después de no pocos sacrificios, otorgarnos la victoria. Y hoy más que nunca, esta máxima reafirma su validez inapelable. Solo con una formación más científica, más integral, más profunda, más estricta, más rigurosa podremos afrontar desde esos saberes infinitos que ha cultivado nuestra revolución los innumerables retos que nos impone el presente. Y en esa batalla colectiva, en la que nuestro ministerio juega un papel fundamental, una renovada sección de base de la ANEC del MEP, encaminara sus esfuerzos en los meses subsiguientes a contribuir a elevar a cada momento la formación profesional, técnica y académica de nuestro organismo, atemperando a nuestras necesidades y responsabilidades procesos de formación, difusión del conocimiento, encuentros científicos y otros espacios de superación y crecimiento profesional. Hoy, como en muchas otras ocasiones en nuestra historia, este país mira de frente a innumerables retos.

Asediado y en el medio de una tormenta perfecta de infortunios, calamidades mundiales, pandemias y errores internos. En estas horas inciertas vale recordar las palabras de Fidel en aquellos días de similar incertidumbre de Septiembre de 1990 donde ya se vislumbraban los primeros efectos del Periodo Especial: “Salvar la patria, en primer lugar, porque queremos una patria libre e independiente. (…) Hay que salvar la patria, hay que salvar la revolución y hay que salvar el Socialismo”.

Esas son hoy, como entonces, las únicas tareas que realmente importan: salvar nuestra patria independiente, primero y sobre todas las cosas, porque sin patria independiente no existirá ni revolución ni socialismo. Salvar nuestra revolución, porque solo dentro nuestra revolución será posible un proyecto verdaderamente emancipador, que sea coherente con los sueños de justicia, independencia y soberanía que dieron forma a nuestra nacionalidad cubana.

Y salvar el socialismo, porque más allá de los errores humanos y este camino hacia lo ignoto que todos recorremos, no existe un proyecto social más humano y más radicalmente justo que el socialismo. Salvar la patria, la revolución, el socialismo.

Es la tarea que hoy se nos impone. Y para ella, deberemos despojarnos de todo dogmatismo y actuar con la creatividad y la fuerza de los que nunca han perdido ni en las horas más oscuras, como nos enseñó Fidel, la fe y la confianza en la victoria.

Hasta La Victoria Siempre.

Viva Fidel. Viva la Revolución.

Viva el socialismo."

Fuente: Equipo de Comunicación / Sección de base de la Anec del MEP

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