Aniversario 64 de la Planificación en Cuba
En este día celebramos el 64 aniversario de la creación de la Junta Central de Planificación y, por tanto, de la planificación en Cuba, aunque ya existían algunos antecedentes desde la década del 40.
La construcción de una sociedad socialista requiere de la planificación como un instrumento mediante el cual la sociedad en su conjunto proyecta, conduce y coordina las fuerzas productivas, con el fin de alcanzar objetivos sociales y económicos que permitan avanzar en la edificación de la nueva sociedad.
Planificar la economía en el socialismo no es un ejercicio de adivinación, sino un manejo racional de la incertidumbre al hacer una predicción. Para ello hay que tomar en cuenta que la economía no es una ciencia exacta, por lo que es necesario determinar con la mayor certeza posible las condiciones de partida del fenómeno analizado y su evolución, diferenciando claramente lo deseado de lo posible, así como lo probable.
Así mismo, el carácter de Cuba, como una economía pequeña y subdesarrollada define para la planificación otro objetivo esencial: proyectar la transformación estructural del país, a fin de alcanzar cuotas cada vez superiores de desarrollo económico y social. La planificación socialista, ha sido en las condiciones históricas concretas en que se ha desarrollado, una planificación siempre del desarrollo.
El carácter consciente de nuestra construcción socialista y la necesidad de conducir las fuerzas económicas en pos del desarrollo del país, hace hoy más imperativo que nunca el papel de la planificación como elemento central del sistema de dirección de la economía cubana.
El escenario de economía de guerra por el que transitamos, demanda la necesidad de avanzar con más fuerza y consistencia en transformaciones que permitan modificar los instrumentos y herramientas con que se planifica, regula y gestiona la economía nacional.
La planificación centralizada debe ir transitando de su carácter de administración y asignación central de recursos materiales y financieros, hacia un esquema centrado en la gestión de las políticas de desarrollo combinando para ello las potencialidades de las relaciones monetario-mercantiles para la asignación corriente de recursos y las fortalezas de la planificación para una conducción prospectiva a mediano y largo plazo.
El carácter centralizado de la planificación no se expresa en los instrumentos que esta emplea, tales como la asignación central de recursos, sino en la capacidad de conducir mediante instrumentos económicos, la actuación y el desenvolvimiento de los agentes económicos, en función de los objetivos y metas que se demande en cada etapa de desarrollo y construcción socialista.
Compañeras y compañeros:
Hoy nos encontramos ante una situación difícil y compleja, que pone a prueba nuestra capacidad de resistir y avanzar como Nación. El recrudecimiento sin precedentes del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos, asfixia nuestra economía, obstaculiza nuestro desarrollo y socava nuestra soberanía.
La crisis económica mundial, agravada por la pandemia de la Covid-19, nos ha golpeado duramente, afectando nuestras fuentes de ingresos, el comercio exterior, el abastecimiento de alimentos y medicinas, y nuestra calidad de vida.
Ante este escenario adverso, no podemos quedarnos de brazos cruzados, ni resignarnos al fatalismo. Cuba ha demostrado a lo largo de su historia su capacidad para enfrentar adversidades y superar obstáculos. Nuestra Revolución ha sido un faro de esperanza para muchos pueblos, y en eso la planificación ha sido parte esencial. Pero no podemos quedarnos en los logros pasados; debemos mirar hacia adelante y adaptarnos a las nuevas realidades.
A medida que avanzamos hacia el futuro, debemos continuar adaptándonos y aprendiendo de nuestras experiencias pasadas para asegurar un futuro próspero y sostenible para todos los cubanos, que garantice el equilibrio entre el crecimiento económico, la justicia social y la protección del medio ambiente, sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.
Para ello, es imprescindible contar con una planificación eficaz, que nos permita definir los objetivos, prioridades, recursos, plazos y los indicadores que guíen nuestra gestión económica y social.
Pero la planificación no es una tarea fácil ni estática, sino que implica constantes desafíos y ajustes, que debemos enfrentar con inteligencia, creatividad y voluntad para lograr una mayor eficiencia, productividad, innovación, diversificación y competitividad de nuestra economía, así como de una mayor calidad de vida, bienestar y satisfacción de nuestro pueblo.
Entre los principales desafíos que tenemos en materia de planificación, podemos mencionar:
- La integración entre todos los actores económicos y formas de gestión, que implica reconocer la diversidad y la complementariedad de los mismos, así como establecer mecanismos de coordinación, regulación y estímulo que favorezcan el desarrollo armónico y equilibrado de la economía nacional.
- La planificación prospectiva y estratégica, que implica anticipar los escenarios futuros y definir las acciones a largo plazo, que nos permitan avanzar hacia el país que queremos y merecemos, con soberanía, independencia, justicia social y desarrollo sostenible.
- La articulación entre la planificación y el mercado, que implica encontrar el equilibrio óptimo entre la dirección centralizada y la regulación descentralizada, entre la asignación planificada y la asignación espontánea, entre la intervención estatal y la iniciativa privada.
- La participación social en la planificación, que implica ampliar y profundizar los espacios de consulta, debate y consenso con los trabajadores, los campesinos, los estudiantes, los intelectuales, las mujeres, los jóvenes, los jubilados y otros sectores de la sociedad, que son los protagonistas y beneficiarios del desarrollo.
- Dinamizar los procesos de investigación en función de las prioridades y objetivos del año.
Las proyecciones de gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en el 2024, refuerzan el camino a seguir en el presente año, en función de las prioridades definidas.
Por ello, la planificación no es solo una tarea del gobierno, sino de toda la sociedad. Por eso, es necesario que todos nos involucremos activamente en la implementación, seguimiento y evaluación del PNDES 2030 y la Agenda 2030, fortaleciendo la unidad desde la planificación entre el MEP, los organismos rectores, las entidades, los territorios.
Es necesario que todos aportemos nuestro trabajo, nuestro conocimiento, nuestra creatividad, nuestra crítica constructiva y nuestra voluntad de superación.
Es necesario cambiar nuestro actuar, para poder alcanzar resultados diferentes y superiores. Y Estamos seguros que lo lograremos.
Es necesario que todos asumamos el compromiso de cumplir con nuestros deberes y hacer valer nuestros derechos, en un clima de respeto, diálogo, consenso y unidad.
Es necesario que todos contribuyamos al fortalecimiento de nuestra soberanía, nuestra independencia, nuestra identidad, nuestra cultura y nuestra democracia socialista.
Les exhorto a que asumamos este reto con optimismo, creatividad y esperanza, para buscar soluciones a nuestros problemas, aprovechar nuestras potencialidades y construir juntos el futuro que queremos y merecemos.
Muchas felicidades a los homenajeados en este día.