Aniversario 65 de la Planificación en Cuba

Jueves, Marzo 13, 2025 - 18:14
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Aniversario 65 de la Planificación en Cuba

Arribamos al aniversario 65 de la Planificación, tal vez en el más complejo escenario que ha enfrentado nuestro país después del triunfo revolucionario.

Disímiles factores internos y externos, algunos más recientes, como la emergencia sanitaria producto de la COVID 19, otros de larga data como el bloqueo impuesto por los Estados Unidos contra el pueblo cubano, así como nuestros propios errores, se agregan de forma convergente en la realidad en la que vivimos y trabajamos.

Podría entonces pensarse que no es un momento idóneo para celebrar esta fecha, pero deberíamos entonces parafraseando al Che hacernos la pregunta que se hiciera en su escrito titulado “la planificación socialista, su significado”, cuando expresaba y cito: “por qué justificar que los golpes dados por la realidad a ciertas audacias, son producto exclusivo de la audacia y no también, en parte o en todo, de fallas técnicas de administración”.

En otras palabras, cómo logró un país subdesarrollado, apenas sin industrias, con un elevado nivel de pobreza, de analfabetos, sin cobertura sanitaria ni de los más elementales servicios básicos, convertirse en un país con indicadores sociales de primer mundo? La voluntad política de la triunfante revolución de enero de 1959, liderada por Fidel, marcó el camino, pero fue sin dudas, la planificación, uno de los instrumentos para alcanzar estos logros.

Es incuestionable que la conducción de la sociedad en el camino del desarrollo socialista, se ha visto marcada por un constante esfuerzo en materia de planificación en sus diferentes dimensiones y horizontes.

En fecha tan temprana como marzo de 1960, se aprueba la Ley 757 que crea la Junta Central de Planificación, organismo colegiado de nivel ministerial, presidida por el Primer Ministro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz e integrada por los ministros que señalaba la Ley. La misma contó con una Secretaría Técnica con funciones de asesoría y control, al frente de la cual estaba el secretario técnico y ministro de economía Regino Boti León, “Premio Nacional de Economía en 1998”.

Asimismo, a solicitud del Gobierno Revolucionario, una delegación técnica enviada por CEPAL, jugó su papel en los primeros trabajos entorno a la planificación. Al frente de esta delegación se encontraba el economista mexicano Juan Francisco Noyola Vázquez. Noyola, a quién se le concedió la ciudadanía cubana como homenaje póstumo, no sólo vino a nuestro país a aportar sus conocimientos en materia de economía y planificación, también dio una lección de moral al mundo, cuando, ante el retiro de la delegación que presidía, por presiones desde Estados Unidos, decidió quedarse en nuestro país para seguir aportando, ante el privilegio que implicaba ser partícipe del proyecto emancipador. Sirva este aniversario, también, para rendirle homenaje.

El año 1962, al cual se le denominó “Año de la Planificación” vio la luz el primer plan anual. También se emitió el plan cuatrienal 1962-1965.

Sin embargo, estas primeras experiencias no estuvieron exentas de tropiezos. En marzo de 1965, en carta enviada por el Che al Comandante en jefe Fidel Castro expresaba y cito: “Creo que está claro para todos que la planificación es una categoría implícita al socialismo y también a este período de transición que estamos viviendo. Lo malo es que hasta ahora, no hemos podido organizar una planificación que sea realmente un canal conductor y no una válvula loca que a veces deja pasar libremente los gases y otras se cierra herméticamente poniendo en peligro de explotar la caldera”.

En 1970, aparece una Metodología para la elaboración de planes, la cual se amplía y publica en 1976 como la Metodología de elaboración del Plan Anual de la Economía Nacional, en dos tomos, confeccionado por la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN).

Esta metodología de elaboración de planes tomada de la experiencia de la URSS, implicaba una gran carga administrativa.

Las limitaciones antes señaladas, propiciaron la aparición de planes especiales dirigidos a producciones ramales priorizadas. Estos planes lograron impulsar un grupo de producciones seleccionadas. No obstante, la no compatibilización de estos con los de carácter global, trajo también consecuencias no deseadas.

En los años subsiguientes y antes de la década del 90, los planes siguieron perfeccionándose, aunque no lograron sortear las deficiencias señaladas como la desatención de categorías financieras, gran cantidad de indicadores materiales y modelos, débil participación de los trabajadores en su confección. Algunas de estos problemas, como sabemos, llegan hasta nuestros días.

El Período Especial en tiempo de paz provocó un impasse en la planificación anual entre los años 1991 y 1994, retomándose el proceso en 1995.

La historia hasta nuestros días, es más conocida, aunque se realizan ingentes esfuerzos por su perfeccionamiento, el plan anual no ha dejado de ser una herramienta de asignación de recursos con un enfoque más institucional que sectorial, lo que explica, entre muchos otros aspectos, la necesidad permanente de su actualización y mejor continua.

Mención especial amerita el proceso de conducción del Plan hasta 2030, el que se convirtió en un ejercicio de participación y permitió realizar proyecciones a más largo plazo. La situación actual que enfrenta nuestra economía, demanda también una redefinición de este, sin dejar de reconocer que el largo plazo debe ser el horizonte determinante a partir de que la planificación asume el desarrollo socialista como su principal objetivo.

De este modo, la planificación enfrenta viejos y nuevos retos. El paradigma interpretativo de la planificación, su alcance, y la siempre tensionante relación con el mercado en una economía de tránsito al socialismo, son marcos conceptuales aún por definir, construir y perfeccionar.

¿Cómo debe ser la planificación en una economía más heterogénea y plural, más digital, en un país con una situación demográfica peculiar y distinta por completo a la de décadas, quinquenios y años anteriores?

¿Qué transformaciones en aspectos metodológicos, organizativos y de control deben emprenderse para lograr que la planificación se convierta en cauce y no en barrera?

Son solo preguntas iniciales para lograr que la planificación se asiente sobre nuevas bases, como mecanismo de conducción y dirección en la construcción de nuestro socialismo.

Junto a estas definiciones conceptuales, también se erigen retos, algunos de los cuales enunciamos, solo con el propósito de mostrar cuán insatisfechos debemos sentirnos aún:

  • La necesaria distinción de la planificación como componente esencial del sistema de dirección de la economía, del plan como instrumento casi exclusivo de asignación de recursos;
  • el rescate y fortalecimiento de instrumentos que doten de mayor cientificidad al plan de la economía, (matriz insumo-producto, estudios prospectivos de construcción de escenarios, entre otros);
  • la compatibilización permanente de los planes en sus diferentes horizontes: corto, mediano y largo plazos;
  • la relación coherente entre el plan y el presupuesto del Estado;
  • la necesidad de fortalecer la función de coordinación entre todos los organismos y entidades para mejorar la coherencia intersectorial y su interacción entre el sector estatal, no estatal, mixto y extranjero en la economía nacional;
  • la redefinición de la dimensión territorial de la planificación, velando por que existan soluciones a la existencia de objetivos e intereses a veces contradictorios entre lo nacional, lo provincial y lo municipal.

A pesar de lo mucho que nos falta por avanzar, un día como hoy, no podemos dejar de reconocer a todos los trabajadores y directivos que han formado parte de esta gran familia de la planificación en nuestro país.

Es importante destacar que los trabajadores de la entonces JUCEPLAN, estuvieron presentes en Playa Girón, en la Crisis de Octubre, la Limpia del Escambray y demás movilizaciones; la milicia con que contaba el organismo era reconocida por su organización, siendo ejemplo en las guardias obreras, cumpliendo inclusive misiones fuera de su sede; hoy se mantiene ese espíritu legado.

Asimismo, realizó misiones de trabajo para compartir experiencias y asesorar en países como Angola, Nicaragua y Mozambique.

Hasta nuestros días, innumerables son los compañeros que han hecho realidad la planificación en Cuba, no sólo en el MEP, también en otros organismos, por lo que este modesto acto, tiene como única finalidad reconocer su trabajo, así como comprometernos todos con los retos y desafíos que enfrentamos.

El más importante de estos es sin dudas, la viabilidad económica de nuestro proceso revolucionario, un proyecto socialista de emancipación que tiene y debe mostrar su superioridad, no solo social, con respecto a la hegemonía del capitalismo. Pero esta viabilidad sólo podrá alcanzarse a partir de la mejoría de las condiciones de vida de nuestro pueblo, incluida mayor calidad de servicios universales, y que los principios de equidad y justicia social se erijan como brújula en todas nuestras decisiones.

Porque como dijera nuestro Comandante en Jefe Fidel y cito: “desarrollo es, principalmente la atención al ser humano, que ha de ser el protagonista y el fin de cualquier esfuerzo por el desarrollo”.

Con el trabajo y el esfuerzo de todos, asumiendo los retos actuales y futuros, en medio de las circunstancias actuales, hagamos de la planificación el instrumento que nos conduzca al desarrollo.

 

PALABRAS DEL MINISTRO DE ECONOMÍA Y PLANIFICACIÓN JOAQUÍN ALONSO VÁZQUEZ EN EL ANIVERSARIO 65 DE LA PLANIFICACIÓN

(11 MARZO 2025)

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