El desarrollo económico requiere control, orden y combatir la corrupción

Viernes, Junio 21, 2024 - 16:44
Cuba; control; corrupción; ec

Eliminar las manifestaciones de corrupción, indisciplinas e ilegalidades es imprescindible en la construcción de la sociedad a la que aspiramos, en la cual, además, debe primar el orden y el control en todos los procesos.

Con este enfoque, y para analizar la compleja realidad cubana, en función de combatir todo lo que pone en peligro a la Revolución y obstaculiza el desarrollo económico del país, Granma conversó con la contralora general de la República, Gladys María Bejerano Portela. 

–¿Cómo concibe usted la necesaria prevención y el enfrentamiento en esta compleja etapa que atraviesa nuestro pueblo?

–Hablar de prevención y enfrentamiento ante malas actitudes y hechos de indisciplina, ilegalidades y corrupción, es necesario y útil.

«Tiene importancia y, a su vez, complejidad, porque no se trata, o no debemos concebirlo, como una campaña de un momento, de una etapa. Lo complejo, pero nada imposible, es hacer de la prevención y el enfrentamiento un modo de actuar responsable y comprometido de individuos, organismos, entidades, colectivos, en fin, de la sociedad.

«Ello requiere desburocratizar conceptos, interpretaciones y modos de hacer; también se trata de luchar con perseverancia y resistencia creativa. Las experiencias nos llevan a la convicción de que prevención y enfrentamiento no son contrarios entre sí, sino que ambas se complementan, porque, si no existe enfrentamiento, nadie puede hablar de prevención, porque sencillamente se anula».

–¿Cómo pueden implementarse la prevención y el control en un ambiente de impunidad, desorden, burocracia y falta de exigencia?

–En un ambiente de impunidad se aminora o hace nula cualquier acción de prevención y, en consecuencia, se pierde credibilidad, la autoridad.

«En prever –dijo José Martí– está todo el arte de salvar, y dijo más: “dejar de prever es un delito público y un delito mayor no obrar, por incapacidad o por miedo, de acuerdo con lo que se prevé”.

«Cada error, cada hecho negativo nos debe llamar a la corrección, al castigo justo y necesario de quienes, por irresponsabilidad, negligencia o desinterés lo propician; pero también estamos obligados a analizar las causas y condiciones que lo hicieron posible, para rectificar, para evitar su repetición, que es lo más bochornoso.

«Si el tema, como lo consideramos, es de honor y de defensa de los más sagrados principios de la Revolución, necesita máxima atención, y esto quiere decir actuar consecuentemente todos los días».

–Ese es un tema que se pide con reiteración por nuestros máximos dirigentes del Partido y del Gobierno, pero que muchas veces no se aplica. ¿Qué podemos hacer al respecto?

–Con mucha razón y actitud crítica, nuestro Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nos ha llamado a la reflexión y ha señalado con argumentos que, prácticamente todo lo que sucede, en el ámbito que analizamos, tiene que ver con el incumplimiento de lo establecido en las normas legales.

«Entonces, cabe preguntarnos: por qué suceden las violaciones e incumplimientos, y si es por falta de preparación, organización, negligencia, irresponsabilidad, y en algunos casos intencionalidad. A lo anterior se suma y favorece la falta de supervisión y sistematización, y todo esto debe ser considerado en el análisis de los resultados de cada entidad, para rectificar si es preciso, y siempre para perfeccionar.

«Es cierto, se han publicado, y se continuarán publicando, para conocimiento y reflexión de todos, casos de corrupción administrativa, por el principio de mantener informado al pueblo de lo que sucede, llamar la atención y exigir cuentas a los funcionarios y directivos responsables directos o colaterales de estos males. Pero, sobre todo, para hacernos reflexionar y afianzar la convicción de que, con orden, disciplina y exigencia, como ha expresado el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, sí podemos frenar esas desviaciones, y tener una batalla más efectiva contra ilegalidades, delitos y hechos de corrupción.

–Algunas personas piensan que esos males son inherentes al socialismo. ¿Cuáles son sus consideraciones?

–Como nos alertó, en noviembre de 2005, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, líder indiscutible de la Revolución Cubana, “este país puede autodestruirse por sí mismo. Esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos, nosotros sí. Nosotros podemos destruirla y sería culpa nuestra”.

«Se trata entonces de llevar por un cauce de prevención y control la fuerza de nuestro patriotismo, de los principios y los valores éticos en los que hemos sido educados a lo largo de nuestra historia, a pesar de las condiciones complejas, agravadas por el cruel y agudizado bloqueo yanqui, con toda la intención declarada de crear malestar, irritación y daño.

«No obstante esa cruel, malévola e incrementada agresividad del imperialismo, desde que triunfó nuestra Revolución, nadie puede dudar de los éxitos, de la gran obra de la Revolución y, en primer lugar, del capital humano creado, con elevados conocimientos y valores.

–En esa compleja realidad que enfrentamos, ¿cómo considera usted que debemos actuar para cambiar todo lo que deba ser cambiado, como nos enseñó Fidel, en el concepto de Revolución?

–Tenemos formas, métodos y experiencias que nos permiten ordenar, crear, innovar y desarrollarnos, conducidos por las administraciones y los propios colectivos; pero necesitamos garantizar administraciones transparentes, con valores y compromiso revolucionarios. Estamos convencidos de que sí podemos superar y evitar esas indisciplinas, ilegalidades que solo conducen a la desorganización y la ineficiencia, que debilitan la moral revolucionaria. 

«Todas las distorsiones y desviaciones nacen del dejar de hacer, de hacer lo contrario por indisciplina, por autosuficiencia o para beneficio personal, cualquiera de las cuales propician o conducen al camino de la corrupción.

«Hay quienes quieren justificar su incapacidad o mala administración echando culpas a otros respecto a lo establecido, y esa actitud poco autocrítica no es la que corresponde.  Ejemplos los hay:

  • El que paga servicios no recibidos, a qué responde, sino a pérdida de valores, a falta de vergüenza, y como consecuencia, de no rendir cuentas, de no ser supervisado.
  • Facilitar que personas, incluso ajenas a la actividad, reciban dinero por diversas vías de pago, incluidas las electrónicas, todas de forma fraudulenta, contrarias a lo establecido, no pueden ser aceptadas.
  • Que alguien reciba beneficios para sí, construya una lujosa mansión, con recursos de dudosa procedencia y algunos extraídos de las propias entidades a las que se les asignó para cuidar, preservar, custodiar, invertir en beneficio del pueblo, es un acto de desvergüenza y traición. Ahí faltó control, supervisión, y también combatividad revolucionaria.

«No se trata de abrumarnos con lo que conocemos, sino de tener la clara explicación de que allí, donde suceden esos imperdonables sucesos, existe traición.

«Luego hay que establecer, sostener y desarrollar sistemas de control interno, con la máxima responsabilidad de los jefes, directivos y funcionarios, y la más amplia y efectiva participación de los trabajadores, refrendado en el mandato constitucional, en leyes y demás normas que lo instrumentan. Pero debe quedar claro que tenemos que desarrollar el pensamiento y la voluntad de que sí podemos, y de que no queda otra alternativa. 

«Tenemos que crear la necesidad de desarrollar una cultura de control, la convicción de que el camino es integrar con racionalidad, objetividad y orden; sumar, disciplinar, educar y unirnos todos en esta batalla.

–¿Cuáles son los instrumentos de que dispone la Contraloría General para fundamentar esta batalla?

–La Resolución 60/2011 de la CGR establece, define, en sus artículos 3 y 4, el control interno como un proceso integrado a las operaciones, con un enfoque de mejoramiento continuo, extendido a todos los actos inherentes a la gestión, efectuado por la dirección y por el resto del personal. Entonces, por qué burocratizarlo, por qué permitir que algunos, con posiciones mal intencionadas, traten de desvirtuar esta forma, este sistema de control interno.

«Cada órgano, organismo, organización, entidad, debe diseñar, armonizar, identificar riesgos, implementar y autocontrolar, de forma sistemática, de acuerdo con su misión, visión y objetivos, su propio sistema en un ambiente de control y respeto a la legalidad.

«Este es el camino; no se trata de campañas, sino de trabajo constante y responsable».

Fuente: Granma

Añadir nuevo comentario