Incrementar producciones lleva mucha ciencia

Para algunos actores de la academia, nuestra Empresa Estatal Socialista tiene que transitar por el camino de cambio de mentalidad para asumir el aporte del sector del conocimiento como algo natural que puede conducirla a mayor innovación y por ende, más desarrollo.
Si bien existe la afirmación de que nuestras Empresas Estatales no están preparadas aún para asumir ese reto, no estamos totalmente de acuerdo cuando hay igualmente algunas entidades que han dado reiteradas muestras de que se puede, y los resultados son extraordinariamente mejores en todos los sentidos: mayor producción, incremento de la calidad de los renglones que se producen, respuestas o soluciones a los problemas de carácter tecnológico o incluso organizacionales, mayor incentivo al colectivo de trabajadores, incremento de un mejor ambiente de trabajo colectivo en aras de alcanzar propósitos bien definidos. Son algunos ejemplos de que sí se puede.
Ahora bien, a nuestro juicio existen realidades o premisas que catalizan o retardan el propósito de integrar los saberes de la academia o el sector del conocimiento a nuestras Empresas Estatales.
Uno de ellos es la concepción de los objetivos de la empresa, si el tema de la Ciencia y la Innovación no es parte de la planeación estratégica del año, será muy difícil. Porque ni estructuralmente ni en el orden de los recursos financieros se tendrá en cuenta que asegurar sostenibilidad y crecimiento, pasa inexorablemente por aplicar ciencia a todo lo que hacemos como un ciclo constante de mejoras, donde cada meta puede ser un nuevo punto de partida.
Precisamente por eso el cambio de mentalidad es tan necesario, no es hacer más de lo mismo, sino trabajar desde el diagnóstico de lo que requerimos para mejorar y producir, que lo incluye todo incluso desde el tipo de materia prima que empleamos y soluciones alternativas, hasta la innovación para minimizar el impacto de la obsolescencia de la tecnología y la actualización de know-house.
Nunca como ahora hemos estado en mejores condiciones para hacerlo, aún con el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos que ya sabemos estará ahí y será un reto permanente. Las múltiples medidas aprobadas para la Empresa Estatal Socialista que destierran trabas, estimulan una mayor autonomía, flexibilizan procederes, conceden mayores incentivos a los trabajadores en dependencia de los resultados matizan el escenario actual. Claro que no es solo aprobar medidas sino saberlas implementar adecuadamente, en primer lugar conocerlas y estudiarlas a profundidad y aplicarlas en correspondencia con las particularidades de cada lugar para que tengan en el menor tiempo posible el impacto que se espera.
Aún así es verdad que un número no despreciable de Empresas estatales no han tenido resultados positivos, y han transitado con pérdidas, algo que no puede ser una opción en las condiciones de nuestro país cuyos limitados recursos se tratan de ubicar donde mayor provecho e impacto tengan.
Existe otro elemento favorable para marchar en una dinámica de mayor celeridad: la presencia de otros actores económicos de nuestra economía tanto en el propio sector estatal como en el privado, la llamada micro, pequeña y mediana empresa, que coexisten en un ecosistema donde todos deben tributar a la economía, que es una sola.
Los ejemplos del Parque Tecnológico de La Habana en la Universidad de las Ciencias Informáticas, la UCI, lo atestiguan. Pero también otros donde interactúan y se encadenan varias formas de producción aprovechando sus potencialidades y saberes.
La realidad es que decisores en nuestras empresas deben tener la mayor cantidad de información posible, para saber desde sus necesidades o demandas por qué camino pueden transitar mejor. Cualquiera de ellos conducirá al mismo punto: incorporar al sector del conocimiento, convocarlo para buscar esa luz al final del túnel que uno o dos personas por separado quizás no puedan ver, pero en un ejercicio colectivo de los comités innovadores de cada empresa.
No es un sueño, sino una realidad probada. La empresa estatal socialista, llamada a liderar al resto de los actores económicos de producción del país, también tiene que ser una entidad donde la ciencia y la innovación resulten compañías permanentes. Incrementar producciones también lleva mucha ciencia.
Fuente: Sitio Web Radio Rebelde