Luz infinita: Maceo y Ché
Quiso el azar o tal vez la providencia del destino que, con 85 años de diferencia, vieran la primera luz el mismo día dos grandes héroes de nuestra historia: Ernesto Che Guevara y el Mayor General Antonio Maceo Grajales.
Del Che y de Maceo, este pueblo bebió la hidalguía de los que no se rinden, de los que aún en las más difíciles circunstancias supieron encontrar el camino de la victoria.
Ser como el Che, o ser como Maceo, son improntas de nuestra cosmovisión revolucionaria, el guerrillero sin miedo, el mambí que le da de frente a las balas, braveza de los que aman las causas justas. El honor infinito que supone dar la vida por las ideas en las que se cree.
Ambos en su grandeza, simbolizan lo mejor de nuestro pueblo y nuestra historia. Son como expresara Fidel al referirse al Che, la máxima expresión de lo que supone ser un revolucionario, hombres dispuestos a sacrificarse a sí mismo por ver realizar sus sueños de igualdad y de justicia.
Y es justamente desde allí, de la intendencia mambisa y del frente guerrillero, del Banco Central y el Ministerio de Industrias, que parte la línea que da sustento real a lo que supone hoy ser un economista de nuestro tiempo y nuestra causa.
Celebrar como economistas cubanos la fecha de fundación de nuestra Asociación, supone un redoble en nuestro compromiso. Un compromiso sustentado en saber que no fueron los grandes salones y alamedas lo que hicieron la patria que tenemos, sino el sacrificio infinito de hombres como Maceo y el Che, que lo dieron todo por dignificar a un pueblo que vivió durante siglos sumido en el oprobio.
Los economistas cubanos, somos también continuadores de esa épica, baluartes de la patria soberana e independiente que el Che y Maceo nos legaron.
En momentos difíciles por los que atravesamos, donde se prueba de verdad la consciencia e hidalguía de los revolucionarios, tener en nuestra historia a hombres de la talla de Maceo y Ché, son luz que desde el pasado iluminan el presente.
Seguir trabajando duro por lo que creemos correcto, es simplemente ser consecuente con la historia que nos trajo hasta aquí.
Es no perder en los momentos más oscuros, la confianza infinita, del Ché y Maceo en la victoria.
Redacción Sección de Base ANEC/MEP