Por cubanos como tú seguiremos haciendo Revolución

Autora: Yesmin Izquierdo Mitjans

No imaginaban las ridículas hordas, que se iban a topar con un guajiro de Pinar del Río para el que no existe el miedo.

Para Artigas, como todos le conocen en el MEP, el vivir en la provincia de Artemisa conspiró en que llegase tarde aquel domingo 11 de julio. La mayoría de los compañeros se habían trasladado hasta Prado y Neptuno para responder al llamado de la Patria. ¿Dónde estaba entonces la acción para Artigas? Rostro contrariado, mirada molesta, respiración agitada, la cara de un patriota revolucionario que no quiere quedarse fuera.

Pero las memorias que se escribirían de aquel vergonzoso día para los contrarrevolucionarios, le tenían preparado a Artigas su momento de acción. Su modestia no le permite contar al detalle los hechos de aquella tarde, pero sus compañeros de combate cantan homéricamente sus hazañas.

Cuentan que fue el primero en la fila cuando se dio la voz de alerta para proteger las calles aledañas al MEP y que no tenía frenos; que era como uno más al lado del cordón policial y no le detuvo el desigual número que al inicio mostraban los suyos. Pero los inescrupulosos alterantes del orden se enardecían cada vez más y comenzó la lluvia de piedras y botellas. Entonces este pelotero de la llanura pinareña, les respondió con sus mismas piedras, como mismo caían las recogía. Esta era su frase: “Con la cabeza gacha, pero la vista al frente”.

Una piedra le alcanzó hasta la pierna, por suerte de rebote y ya ni rastros casi quedan. Pero lo más peculiar de esta historia fue la sangre caliente que corre por sus venas, como digno hijo de los héroes que dieron su vida por la soberanía de este país. Esa sangre caliente que le impulsó a seguir los saboteadores por unas cuadras, tan sólo con unos pocos revolucionarios más.

Pero este vigía corajudo no cesó allí, no estando tranquilo y receloso de las represalias de los grupos disipados, que caóticamente se trasladaban por las calles colindantes, entonces se fue hasta las puertas de la entrada del parqueo del MEP por Ayestarán. ¡Viva Cuba! era su escáner para todo el que se acercaba siquiera…y ante la respuesta demorada refutaba: “¡Habla rápido c…!”

Para este patriota cubano, momentos de insolencia como esos no son para convencer. “Ellos no venían a dialogar” – aseguran los que estuvieron allí. Son momentos de saber de qué bando estás y Artigas dejó bien clarito cuál es el suyo. Y algo más que nos demuestra la conducta admirable de este guajiro sin miedo: “No podemos dejarlos coger fuerza”.

Hoy el MEP se siente orgulloso de contar con hijos de la Patria como Artigas. Gracias hermano, por cubanos como tú seguiremos haciendo Revolución, duela a quien le duela.

¡Paria o Muerte! ¡Venceremos!